Lo que percibió de estas culturas es la importancia de superar la ansiedad contemporánea causada por la alienación del hombre de la naturaleza y la capacidad instintiva de regresar a ella. El orden natural y cósmico de la obra de Pietrantonio se expresa a través de materiales como madera, piedra, polvos, arena y pigmentos equilibrados con metales, gasas, textiles e incluso pétalos de flores. Una fuente inagotable de inspiración se extrae de estos objetos cuidadosamente seleccionados en entornos vírgenes y atentamente combinados entre sí sobre lienzos enlucidos en una armonía de formas, colores y sensaciones. El uso de materiales como madera, papel, hierro, textiles y yeso crea lo que Pietrantonio define como “tótems”, objetos multiformes, pinturas esculpidas que representan el equilibrio y la armonía cósmica y transmiten paz. Esto es lo que realmente logra expresar según varios coleccionistas y expertos que han visto su obra en los últimos veinte años. Al conocerlo en sus espectáculos y durante la preparación de dichos eventos en uno de sus talleres, la gente está en contacto directo con el artista y, al verlo trabajar en su propio entorno, comparten su estilo creativo del momento. Fabio Pietrantonio, con su personalidad solar, alegre, amigable y dinámica, no es el estereotipo del artista reservado y atormentado que expresa su ansiedad, tensión y conflictos existenciales en su trabajo. Después de la serie de ataques terroristas que sucedieron en el mundo, a partir de 2004 Fabio comienza a inspirarse en animales: toros para Madrid, osos para Nueva York, peces como símbolos de prosperidad, como tótems que simbolizan la protección de las personas y transmiten mensajes de paz y fe. Toda su obra tiene un trasfondo espiritual, una búsqueda de equilibrio y paz para el mundo. Algunos de sus proyectos de arte público temporales más exitosos, como “Stop Breathe Respect” en Milán, que mostraba siete enormes esculturas de hogares cubiertos de pétalos de rosas rojas, colgadas bajo los arcos y monumentos más famosos, y “Acupuntura para el planeta”, que presenta una serie de enormes palos de madera en un contexto urbano, muestran su talento para comunicar su mensaje al público. Aunque expone en todo el mundo, Fabio ha elegido vivir en entornos tranquilos en medio de una naturaleza no contaminada: en los Alpes italianos en la frontera francesa y en Cerdeña, su hábitat favorito, donde ha estado trabajando en continua evolución, produciendo incesantemente esculturas, pinturas y una combinación de las dos.